Hay días que no debemos salir de casa, hoy fue un  día de esos.

Si hay algo que me mantiene ansiosa es el asunto de la comida, trato de alcanzar para cubrir todos los gastos. Y me asusto cuando no cumplo el objetivo en un solo día. Esta semana ha sido agotadora y mocha para mi.

Para lograr que alcance y cubrir todos los aspectos de la comida, tengo toda una travesía.
Visito diversos supermercados, así sea por solo una cosa, pero desde que Marco se fue se me ha complicado un poco el hacer las compras, porque tengo que cubrir otras diligencias.

Ayer luego de mi cita, compre todo lo que podía comprar con mi malestar de compañía, y se que me faltaron unas cosas, por lo que aunque no quería bajar me di ánimos.

Respire, me vestí, tome mi bolso, y aunque mi mama me pregunto si estaba segura salí, al final sino lo hago yo ¿quién lo va a hacer?. Curiosamente todo quedo perfecto llegando a la parada una camioneta pick up le daba la cola a otra personas y proveche.

Fue tan perfecto que me dejo justo en frente del supermercado, creía que en serio seria un buen día para mi, incluso estaba lo que fui a buscar.

 El día anterior había estado sacando la cuenta de mis amigas del colegio qué había sido de ellas, curiosamente con una de las mas cercanas a mi había perdido el contacto completamente. Pensaba mucho en ella. Mi sorpresa fue hoy podermela encontrar (esto ha sido lo mas bonito del día), y agradecí tanto el verla y saber que estaba bien,  todo iba viento en popa!  pero...

Al abrir mi monedero para prepararme antes de pagar, descubrí que no estaba la tarjeta! Revise todo y no estaba! la deje en casa...

Recordé a mi madre diciendo: Pero si tu no quieres ir... Y me dije a mi misma,  mi misma porque si tu intuición casi nunca falla no le haces caso. Deje lo que iba a comprar y salí con todo el aire de nube negra que me acompañaba.

Ni siquiera en mi pueblo pude pasar la tarjeta, supongo que Dios no quería que gastara ese dinero.

Nota mental - Sigue tu intuición, sigue tu intuición!