Si bien es cierto que tengo la cabeza hecha un nudo, no he sabido por dónde empezar a desenredarla, si antes era hacia afuera, ahora me escondo dentro de mi caracol. 

Junio cómo empezar a describirlo, ha sido como una montaña rusa, con emociones a mil, lleno de nauseas, de vértigo, de adrenalinas y caídas libres... si eso de la caída libre y nauseas me espantaron el hambre por 2 días sin que me doliera la cabeza, pero si la dignidad y el corazón. 

El viaje a Mérida ha sido uno de los más extraños que he hecho, lo tenía todo planeado, iría sola, pero a última hora un cambio de planes hizo que llevara compañía, nada mala la verdad, he intentado por días encontrar las palabras para contarlo todo, para sacarlo todo, pero es que aún no es sencillo asimilarlo, la primera lección fue vive, "malaya no tiene rabo" dicen las abuelas, y es cierto tenemos una sola vida y hay que cometer errores para disfrutarla, esta lección la aprendí tarde, y si me lamento de esto, entendí que si puedo, la única manera de hacer lo que quiero es perdiéndole el miedo al fracaso, y poniendo las manos a la acción, nada va a suceder si yo no hago que suceda, tengo mucho que aprender, pero poniéndolo en práctica todo alcanzare lo que quiero. 

Como cada viaje, este también cambié de piel   , en una noche oscura tuve una mala influencia, me reto, pudo ver mi vulnerabilidad, hizo sentirme estúpida, pero me hizo ver una luz que yo misma no percibía en mí, me hablo de “de medirme más allá del que tengo al lado” de ver más alto, “de crecer” de “poner mis ojos en objetivo” “de saber que quiero hacer”. 

...desde esa noche soy otra...





Pd: No suelo tomar imagenes de otro, pero las fotos de este viaje son mas personales que para mostrar, aqui los link de las que he usado  porque me han gustado  1   2   3